Descrita como "una de las estrellas literarias más brillantes de Corea del Sur", Han Kang es una figura destacada de la literatura contemporánea. Nacida en Gwangju en 1970, Kang participó activamente en la vibrante comunidad artística de esa ciudad, dejando claro desde el inicio su gran sensibilidad literaria y sus reflexiones sobre temas como el autoritarismo y la inestabilidad política. Kang debutó como escritora a la edad de diecinueve años, cuando comienza a llevar un diario como resultado de lo que ella llamó un "desafío ingenuo" contra su familia. Las entradas del diario fueron reeditadas y publicadas más tarde como La ciudad de la memoria desvanecida en 1993 en Corea del Sur. Kang se graduó de la Universidad de Yonsei en lengua y literatura coreanas y cuenta con un máster en escritura creativa por la Universidad de Chosun, graduándose con una tesis sobre las obras de Virginia Woolf.
La obra de Kang es muy extensa y abarca una cantidad significativa de novelas, novelas cortas y poemarios cargados de una narrativa casi analítica e inquietante sobre la existencia humana. El concepto de lo corpóreo, o las formas físicas, así como la forma en que los individuos perciben e interactúan con sus cuerpos físicos en mundos hostiles y violentos, es de los temas más recurrentes de Kang. En su literatura, se abordan el sufrimiento, las discapacidades, las costumbres sociales relacionadas con las fronteras perceptivas y muchos otros aspectos de la corporalidad.
El estilo literario y temas en la escritura de Han Kang muestran un toque sutil y una prosa sin ostentación, que a menudo tiene un peso emocional tranquilo, pero inesperadamente poderoso. Sus obras se caracterizan por una simplicidad poética que trata ideas complejas y transmite sus emociones narrativas. Temas como el trauma, la identidad, las partes ocultas de nuestras personalidades (aquellas que la sociedad a menudo nos obliga a ocultar), los sacrificios que hacemos por amor y la fragilidad de la vida, forman el centro temático de sus novelas. En sus narraciones brutalmente intensas, explora los efectos de las aflicciones, y su uso fragmentado del tiempo, así como su juego con la voz y los personajes, crean una experiencia de lectura rica en texturas.
The Vegetarian, es una representación trágica que es consecuencia de una decisión aparentemente simple de la protagonista Yeong-hye. Toda su vida se verá colapsada a partir del momento en que decide dejar de comer carne. Es una novela que habla no solo del deseo de libertad de un individuo, sino de un mundo de violencia mezquina y grotesca, estrechamente ligado a la condición humana moderna. Mayra Hornbacher, escritora y periodista estadounidense, en una reseña sobre esta novela comentó: "Esta es una novela sobre la capacidad de mantener una postura personal en un mundo que no lo permitirá. Se trata del anhelo por una pureza de sensaciones, por el silenciamiento de las terribles voces susurrantes de este mundo, por escapar hacia el ideal y finalmente convertirse en él. En suma, se trata de negarse a permitir que el mundo haga su trabajo sucio en tu alma".
En la novela Human Acts, la técnica narrativa sugiere una alternancia de voces entre individuos que presenciaron o vivieron el levantamiento de Gwangju de 1980, envueltos en un escenario histórico que va de lo real a lo ficticio. El uso de la forma en segunda persona evoca una estrategia literaria que invita al lector a entrar en el texto de una manera que desafía la noción de complacencia y complicidad; al leer el horror del pasado, los lectores también se ven implicados en el legado de violencia retratado en el texto.
Human Acts funciona como un laberinto de perspectivas que se traman y tejen hábilmente para crear historias que son a la vez polémicamente poderosas e históricamente líricas. La historia es un compendio en el que se invita al lector a adentrarse en experiencias humanas diversas e íntimas que ocurrieron debido a la alternancia entre la inestabilidad sociopolítica y la cruel represión política. El lector tiene acceso a una sucesión de narrativas interconectadas que se estructuran predominantemente en formas de confesión, reminiscencia y conciencia dentro de un contexto de una violencia política espantosa que hace eco del trágico costo humano del autoritarismo y la indiferencia. Cada historia individual muestra diferentes formas del rostro humano, además de la violencia, la resistencia e incluso de la indiferencia. El estilo reflexivo de las narrativas de los personajes es una estrategia eficaz para permitir que los lectores se vean involucrados en cada tragedia revivida. Cada momento subjetivo se suma entonces a una colección creciente y desgarradora de humanidad compartida en el contexto coreano de la época.
Una de sus obras destacadas es El Libro Blanco, publicada en 2016, es un texto contemplativo que combina una reflexión autobiográfica con una original prosa lírica y poética que aborda el tema de la muerte de un familiar: "Cuando perdió sus palabras, cuando sus palabras se desvanecieron, quedó esta cosa. La forma en que se desarrolla una vida. Eso era lo que le pasaba. Esta vida frágil. Que no había elegido la soledad, el aislamiento, la ruina, la pobreza o la locura, pero que, sin embargo, fue así como concluyó". The White Book nos exige que observemos la vida de una manera diferente, es una meditación narrativa que examina el significado de las cosas a través del color blanco que comúnmente representa la pureza, pero el blanco es también una colección de aflicciones como el dolor de la nieve blanca, los fantasmas de los cisnes blancos, el cansancio del pelo blanco. El texto se mueve entre anécdotas personales y observaciones conmovedoras sobre los cuatro futuros del amor: el amor como oráculo, como jardín, como Madonna y como amante. Estas cuatro imágenes se extienden y cantan tenuemente motivos como el nacimiento de una nueva vida, los viajeros, la nieve, la memoria y los fantasmas. Representar estos cuatro futuros en diálogos conceptuales le permite a Kang un rango amplio para jugar y abrir posibilidades líricas a través de interrogaciones existenciales.
La recreación de Han de los tiempos del horror a través de narrativas personales ha tenido un impacto que va más allá de la comprensión inmediata de las experiencias comunitarias e individuales aparentemente periféricas. Logra la hazaña de redescubrir las complejidades de la existencia humana, destacando la importancia de la presencia de cada individuo en sí misma y analiza las formas en que los individuos pierden su humanidad y la lucha por recuperarla. Su enfoque en las relaciones entre personas esclavizadas y personas en el poder presenta historias que no se encierran solo en relatos, tiempos o culturas, ya que todos y en cualquier lugar se ven afectados por la opresión y la pérdida.
Han Kang, es la primera escritora coreana en ganar el Premio Nobel de Literatura, sus obras interrogan sobre convenciones sociales, nociones normativas, sobre el poder y la sumisión, del dolor corporal, el conocimiento cognitivo y el discurso empático y su trabajo ha provocado debates críticos profundos relacionados con cuestiones políticas, sociales y sobre la inminente necesidad de prestar atención al respeto de los derechos humanos esenciales. Sin duda es una escritora que vale la pena leer.
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