Nota Editorial elborada por El Rizo Robado
El artista mexicano-canadiense Rafael Lozano-Hemmer utiliza sistemas tecnológicos sofisticadísimos, provocando cuestionamientos metódicos sobre los sistemas de control de la sociedad contemporánea; sirva de ejemplo una pieza que lleva por título Surface Tension, donde retoma la idea del ojo vigilante, inspirado también por el texto de Bataille The solar Anus. La instalación consistió en una pantalla interactiva en la que se puede ver un ojo enorme con el párpado cerrado, inmóvil y estático. Sin embargo en cuanto el espectador se acerca un poco el ojo se abre repentinamente y comienza a seguir con precisión cada movimiento del observador. Entre más se mueve y más reacciona el espectador, más atenta y vigilante será la mirada y la persecución. El que mira es ahora vigilado.
En este juego del observador-observado, Lozano-Hemmer nos permite reconocer que los sistemas de vigilancia no sirven para liberar o restringir por completo, nos hace conscientes no sólo del hecho de que estamos siendo observados por el público humano y no humano, sino también de la presencia y el papel de los sistemas de poder en el proceso de vigilancia. Como lo plantea la crítica Kriss Ravetto-Bagioli, Lozano-Hemmer mezcla de manera magistral la relación voyeurista- erótica entre la ejecución de la cámara, la paranoia de la hipervisibilidad, y las relaciones de poder instanciadas desde el acto de mirar. En esa invasión de dominios, que Foucault describe en su ensayo Vigilar y Castigar, como esos dispositivos dotados de gran poder de difusión, de apariencia inocente –pero en extremo sospechosos, obedecen a inconfesables economías, persiguen cohersiones y han provocado la mutación del régimen punitivo en algo por demás perverso.
Otra pieza de este artista que parece apuntalar algunas ideas foucaultianas, es la llamada Under Scan. Se trata de una instalación de video interactivo realizada para ser proyectada en espacios públicos. Los transeúntes que pasan por la calle son detectados por un sistema computarizado de rastreo, que activa la proyección de una serie de retratos dentro de la sombra del que pasa por ahí, utilizando un banco de datos de más de mil imágenes de voluntarios que fueron tomadas en diversas localidades por un equipo de cineastas locales. Se invitó a estos "retratados" a que posaran libremente para representarse a sí mismos como ellos quisieran. Los retratos aparecen al azar como una especie de "despertar" al momento que alguien es detectado por la cámara y la proyección establece un contacto visual con el paseante. La imagen revela un 'otro yo' digital que implica al mismo tiempo una forma de intimidad y seducción que revela algo de uno mismo y de un otro que observa, y al momento en que el uno se aleja, ese "otro" reacciona mirando a otro lado, y quien si no hay nadie más que lo encarne, desaparece.
De nuevo encontramos esa relación del que ve para terminar siendo visto, pero lo interesante de esta instalación es el complejo sistema que interactúa para la detección, seguimiento y predicción de los movimientos de los transeúntes. La cámara, no sólo detecta la presencia de un individuo, sino que a partir de un sistema de variables sistemáticamente programadas predice el movimiento de éste y la imagen literalmente persigue al cuerpo vigilado hasta que este desaparece de la zona de vigilancia. Así, el sujeto se convierte en blanco de vigilancia, no por su particularidad individual, sino simplemente por el lugar geográfico que ocupa mediante una auténtica "maniobra" en la que, tal como la describe Foucault, "el poder viene a deslizarse sobre toda la superficie de contacto entre el cuerpo y el objeto que manipula [que en este caso es otro cuerpo] y los amarra entre sí" [Foucault, 2010; 178]
El alcance actual de las tecnologías de vigilancia es ya casi aterrador, y no sólo por el mayor rango de vigilancia que se tiene, sino porque el objetivo ya no es solamente para controlar o mantener sujetada a una determinada comunidad, sino que nos hemos convertido en sumisos consumidores potenciales, dispuestos a ser manipulados para obedecer las necesidades de una macroeconomía depredadora. Lozano-Hemmer ha utilizado para sus instalaciones, tecnología desarrollada por grandes empresas que están produciendo lo que llaman "sistemas inteligentes de vigilancia", que consisten no sólo en un gran ojo que observa y vigila, sino que recopila los datos de todos nuestros movimientos, qué compramos, dónde y qué comemos, qué lugares visitamos, etc. Esta información se analiza y clasifica para regresarnos una bomba publicitaria y manipulatoria dirigida especialmente para atraer nuestra atención y de la que muchas veces ni siquiera nos percatamos; y por ello, sin darnos cuenta, respondemos obedientemente cada vez que sacamos la tarjeta de crédito. Al parecer estamos alcanzando ese grado máximo del panoptismo que convierte al sometido en el principio de su propio sometimiento y al que se le ha inducido a "un estado consciente y permanente de visibilidad que garantiza el funcionamiento automático del poder." [Foucault, 2010; 233]
El poder, nos dice Foucault, requiere de la garantía de que pueda ser ejercido de manera continua en las bases de la sociedad y, que al mismo tiempo, funcione al margen de sistemas abiertamente represivos o violentos que podrían gestar resistencias y atentar contra la soberanía sostenida. De ahí que los sistemas de vigilancia que inducen al sujeto a su propia vigilancia, sean hoy los más efectivos. Los propios individuos instalan cámaras de vigilancia en sus hogares pensando que con ello evitarán un daño a su persona o propiedades, sin darse cuenta de que al mismo tiempo se convierten a sí mismos en sujetos vigilados.
Clic en la foto para ver el video Pero no todo es control en las piezas de Lozano-Hemmer, los mismos sistemas que utiliza para cuestionar el poder y la vigilancia los ha usado para la creación de piezas de carácter íntimo y comunitario. Tal es el caso de la pieza Pulse Corniche (Paseo de Corazonadas), de la serie Arquitectura Relacional, una pieza monumental creada a partir de un conjunto de reflectores robóticos que proyectan potentes rayos de luz hacia el cielo, cuyo brillo y orientación estaban controlados por el ritmo cardíaco de los visitantes. Las personas fueron invitadas a participar sosteniendo un sensor colocado en el centro de la plaza que convertía la actividad eléctrica de su corazón en una secuencia de iluminación única. La intensidad y dirección de las luces fueron la repetición lumínica de los ritmos biométricos de cada participante, transformando el espacio público en una arquitectura fugaz de luz y movimiento. Nicolas Bourriaud apuntó en su ensayo "Estética Relacional" que el artista actual exige cierto tipo de participación por parte del espectador, el que mira la obra ya no es un ser pasivo, ya no es solo un observante, sino que debe establecer una relación activa con la obra para que ésta termine de consolidarse, de manera que los participantes terminen transformados, no sólo por la obra de arte, sino también por los sentimientos colectivos de todos los presentes. Así, la obra de arte se convierte en un catalizador que fomenta la formación de relaciones y el intercambio de emociones e ideas. "Una exposición de arte contemporáneo... crea espacios libres y lapsos de tiempo cuyo Bourriaud, Nicolas, [2006] Estética Relacional, Adriana Hidalgo Editora, Argentina.
Pulse Corniche, según dice el texto de presentación de la pieza, se inspiró en la película "Macario" de Roberto Gavaldón (México, 1960) en la que el protagonista tiene una alucinación inducida por hambre en la que todos los individuos están representados por velas parpadeantes en una cueva.
ritmo contrasta con los que estructuran la vida cotidiana, y fomenta un comercio interhumano
que difiere de esas "zonas de comunicación" que nos han impuesto".
Nicolas Bourriaud
Foucault, Michel, [2010] El coraje de la verdad, Fondo de Cultura Económica, Argentina.
______________, [2009a] El gobierno de sí y de los otros, Fondo de Cultura Económica, Argentina. SOBRE EL ARTISTA
Rafael Lozano-Hemmer. Nació en 1967 en la Ciudad de México. Estudió Química y Física en la Universidad Concordia de Montreal, Canadá, además de un diplomado en Historia del Arte. Es un artista electrónico interesado en los campos de la tecnología, arquitectura y performance. Se distingue por la realización de instalaciones de gran formato, como espectáculos de luz, sonido y efectos especiales. Éstos son a menudo interactivos y de carácter experimental; incluyen la participación de los espectadores a través de internet, o bien, a través de la utilización de detectores y sistemas de vigilancia. Sus obras se presentan en espacios públicos y museos a manera de intervención efímera y exploran principalmente la personalización de la obra de arte y de los espacios, así como el control que ejercen las personas sobre los medios tecnológicos y de comunicación.
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