"Me interesan las formas que resultan de la reacción cinestésica ante una situación dada. Movimientos similares en diferentes medios se traducen en una variedad de formas. Una sola línea, un sistema de puntos o una cuadrícula, definen un conjunto repetido de límites que reduce las posibilidades de movimiento para que pueda estudiarse. La estructura de la forma refleja los movimientos posibles para los humanos: el vaivén recto de la articulación de una bisagra, las curvas de los pivotes alrededor de un punto fijo, o en movimiento... Me interesa ser deliberado sobre este último punto de la sensibilidad humana."
El cuerpo de la obra de Blythe Bohnen es un ejemplo notable de los experimentos analíticos e introspectivos que ocurrieron en los primeros años del conceptualismo. Comenzando su carrera como pintora, Bohnen exploró los efectos del movimiento gestual en el lienzo a través de una serie de pinturas que aislaron y amplificaron pinceladas individuales. Su objetivo era capturar el proceso del movimiento humano tal como sucedía en tiempo real, de acuerdo con su propio cuerpo. Incluso los cambios más sutiles en la presión y la velocidad de su mano producirían cambios inmediatos en el grosor y la trayectoria de cada línea.
Bohnen establece pautas rígidas antes de comenzar cada obra. Esta metodología, practicada y refinada durante varias décadas, le permite a Bohnen agudizar su conciencia del espacio que ocupa su trabajo. Aunque se alejó de la pintura, medio principal al principio de su carrera artística, Bohnen aún mantiene la misma necesidad de apuntar su atención hacia los matices de la gestualidad.
En 1973, Bohnen había dejado el color para centrar su energía en expresiones monocromáticas a través de dibujos y fotografías con grafito. En una serie de dibujos para su exposición MATRIX de 1975 en el Wadsworth Atheneum, Bohnen creó varias obras en papel en las que usó el borde de una barra de grafito para formar formas pequeñas y abstractas que variaban ligeramente en sus curvas y gradaciones. Cada secuencia revela un estudio altamente analítico del movimiento. En uno de esos dibujos, titulado Motion Touching Five Points, Bohnen parece replicar un solo gesto ocho veces, separándolos en dos columnas iguales. Cada estructura rectangular, similar a una ameba, es autónoma y está limitada a una sola celda dentro de una cuadrícula invisible.
Al igual que sus contemporáneos minimalistas, muchos de los cuales también aplicaron una estructura en forma de cuadrícula a sus composiciones, Bohnen se resiste a cualquier lectura metafórica profunda en su trabajo; ella insiste en que cada dibujo es simplemente una serie de marcas en una superficie. Este gran enfoque en el elemento físico de la creación artística inspiró a Bohnen a explorar un proceso similar a través de la fotografía. Al centrarse en sí misma como sujeto de la imagen, Bohnen distorsionó intencionalmente los autorretratos con varios movimientos y manipulaciones de la velocidad de la cámara que perturbaron cualquier representación clara de su cuerpo. La exploración de Bohnen del gesto humano a través de múltiples medios plantea preguntas sobre el papel del artista en la producción artística, particularmente a raíz de las tecnologías en constante evolución.
Blythe Bohnen nació en 1940 en Evanston, Illinois y asistió a la Universidad de Bellas Artes de Boston y al Hunter College, donde obtuvo su licenciatura y maestría en Bellas Artes, respectivamente. Bohnen trabajó como conferencista en el Museo Metropolitano de Arte y también como profesora en la Escuela de Diseño Parsons de 1967 a 1972, período durante el cual se profundizó su fascinación por la ciencia del movimiento. Recibió la beca National Endowment for the Arts en 1978 y ha recibido varias becas para artistas en residencia.
Fuente: https://www.airgallery.org/blythe-bohnen
Fotos: https://whitney.org/artists/143
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