Como parte de Laboratorio Lo visible inestable: fragmentaciones, estallidos, residuales que impartí en el Centro de la Imagen, exploramos las nociones de imagen, memoria, atlas y subjetividad. Nos preguntamos cómo respondemos a las percepciones de la imagen y cómo las hacemos conscientes en nuestro hábitat. Verdad y ficción de la visualidad pero también del recuerdo y de la puesta en acto cartográfico de esa imagen en un atlas íntimo (retomando y resemantizando en acto personal el Atlas Mnemosyne de Aby Warburg).
Acuerdos tácitos entre recuerdo, memoria y hecho fotográfico pero también divergencia entre lector visual e imagen, e incluso imagen textual, por paradójico que esto suene. Cada puesta en imagen es también una puesta en lenguaje. Una imagen es un pensamiento, un pensamiento, una imagen.
En estas ínsulas que son más archipiélagos del Yo, hay una interlocución entre la imagen pasada, el archivo y la memoria. Las propuestas a continuación más que dar una respuesta generan territorios diversos, atlas visuales y contemporáneos, profundamente personales y colectivos a la vez que cuestionan la noción de verdad y espacio simbólico y afectivo.
Curiosity / Tatiana Acosta
En marzo del 2014 se publicó la primera imagen conocida de las ondas gravitacionales que sucedieron el nacimiento del universo. Un gráfico con remolinos de colores tierra y azules se compartía en las facultades de física alrededor del mundo, mientras los periódicos anunciaban la noticia al público general. Parecía que de nuevo tocábamos el origen, logramos fotografiar las ondas que amasaron un cosmos de arquitecturas repetidas y cuerpos estelares anclados a la tierra, carne constituida por polvo de estrellas.
El verbo aprender viene del latín apprehendere, compuesto por el prefijo ad- (hacia), el prefijo prae- (antes) y el verbo hendere (atrapar, agarrar). ¿Puede atraparse algo por fuera de los límites de la mirada, sin llevar implícito el deseo de quien observa? ¿Sin tejer hilos a la medida de su leguaje y escala? De la mano de la curiosidad, se han generado una taxonomía que ha permitido aproximarse al mundo de una forma particular. Una sistematización de la vida que ha creado una narrativa produciendo un orden natural de las cosas y por lo mismo, violento. Pero las leyes del espacio tiempo no se cumplen en la cotidianidad de cada cuerpo. Cuando recién enciendo el microscopio, lo primero que veo a través de este, es un sol rojo que me quema la mirada, luego bajo la intensidad de la luz y rebota de nuevo una imagen, pero esta vez de mis pupilas. Son estas luces y estas sombras, lo que han constituido mi atlas personal.
Atlas Personal / Mónica Cañari
En la creación de este atlas, me remití a las imágenes que permanecen en mi memoria. Me remiten a la idea de crecimiento, experiencia como algo tácito en todas ellas. Lo perenne de algunas ideas y lo volátil de otras. Quién estoy siendo, qué es lo que me define, quién pretendí y pretenderé ser. La incertidumbre que merodea el día a día. Tan difícil se vuelve encontrarse en la vorágine de la cotidianidad, tan cruel resulta la búsqueda incierta de algo de que nos defina. Me transformo, me transforman en las imágenes, cómo me miro y me miran.
"Aún así, no logra imaginar el lugar donde va, las delicias o torturas de la vida que le espera; envuelta en una fe que tiene el tamaño de su ignorancia."
María Teresa Andruetto
Elizabeth Casasola "No sé si es una cicatriz o una constelación".
No sé si es una cicatriz o una constelación / Elizabeth Casasola
Cuando Rocío Cerón nos preguntó que imágenes nos llevaríamos con nosotros, no podía pensar en nada claro. Había tantas cosas en la vida para elegir. Aunque siempre hay algunas que dan vueltas en nuestra vida de manera continua, que nos han hecho crecer, hundirnos, cambiar nuestra perspectiva e intereses. Imágenes lejanas de quien nunca conocimos pero nos arrebatan.
Días antes había encontrado una imagen que hice en estenopeica. Una caja de zapatos se convirtió en mi primer acercamiento formal a la imagen. Hoy sé que en ella se concentra mi vida y mis proyectos posteriores; desdibujar, ecos, la incertidumbre y balbuceo de las imágenes y el texto. Así empecé una constelación de todos mis presentes. Esas fotografías que han cicatrizado líneas de luz en mi cuerpo.
En la parte superior mi familia y mis amigos más cercanos, mis abuelos paternos, una fotografía ovalada de una mujer joven que no sé quien es pero la encontré guardada en las cosas de mi abuela y abajo mis abuelos maternos. Un instante de mi niñez y un viaje al mar.
Tal vez todo se remonta a cuando era niña. La imposibilidad de recordar el rostro de mi abuela paterna, Victoria. La visité un par de veces antes de que muriera. Lo recuerdo todo. Era de noche, yo tenía un vestido blanco, llegamos a la casa, entre a su habitación y ella recostada. Rodee la cama y… no puedo ver su rostro. De mi abuela materna, Lucina; pasa lo mismo, solo sus pies en la orilla de la cama y yo apenas tengo el tamaño suficiente para poder tocarlos. Sí quizá el problema con la imagen inicia siendo una niña.
Cerca de mis amigos y del otro lado están mis proyectos. Etapas muy importantes y tal vez las imágenes que no solo para mi han significado. Ahí están concentradas mis preocupaciones, el cuerpo, el otro, el paisaje, mi hogar y la turbulenta ansiedad.
De nada podría ser consciente sin los otros. Las imágenes que se cruzaron en mi vida y me dieron tanto. La noche de la premier de la película Voy a explotar de Gerardo Naranjo en 2008. Los colores del paisaje en la pantalla me hicieron estremecer. Me turbe tanto que un par de lagrimas salieron y la oscuridad de la sala ayudaron a ocultarme. No entendí porque sucedió. Poco después insistiendo en el paisaje veía unas fotos de Adela Goldbard y terminé viendo otras imágenes de paisajes intervenidos con luz. Por muchos años no recordé el nombre, pero las fotografías se habían quedado, hiriendo profundamente. Años después supe que el fotógrafo sería mi profesor y director del Máster en PhotoEspaña, Javier Riera.
La fotografía en mi vida ha sido lo mismo que la imagen de Jeff Wall de la Habitación destruida. Sí un desastre. Nunca se sabe muy bien cómo pasan las cosas. Podría pensar en tantas habitaciones, en tantas camas como las de Tracey Emin, Louise Bourgeois, Sophie Calle Luis González Palma, en las almohadas de Felix González Torres… Mis amores siempre me han arrojado o alejado de la fotografía. Artistas, fotógrafos, cineastas, productores, e incluso algún extraño que se dedicaba a las finanzas me arrojó a la maestría en artes porque menos preciaba mi cámara.
Nan Goldin y sus amigos Alguien está en ese sillón. Parece ser una mañana después de una fiesta en casa. Y así como las imágenes de Nan Goldin siempre remiten a sus mas cercanos, las mías y mi vida son sostenidas por mis amigos. Siempre ahí. Aunque esté callada y ensimismada por mucho tiempo, los amigos están ahí.
Al final Emilio Fuentes Traverso, paisajes que también están heridos, como los de Javier por la luz y el mismo afán de aliviar. La felicidad pese a todo en los colores de Emilio, la fortaleza a pesar de la política.
A Rocío le dije, que realmente no me llevaría ya nada. Estas son importantes en mi vida e igual otras después formaran parte. Sin embargo no necesito sentirlas con mis manos, ni verlas. Ya están en mi memoria, han herido y cicatrizado mi cuerpo. Soy el eco de cada una de ellas. No sé si es una cicatriz o una constelación.
La división imaginaria / Fernanda Delgado
Este trabajo surge inspirado en una frase que Marc Augé mencionaba: ¨El paisaje es la combinación del espacio y las relaciones sociales¨. Lo que sustenta al paisaje fronterizo es tan desapercibido por lo cotidiano, ensombrecido por lo que se vuelve diariamente común; sin embargo, los habitantes, transeúntes, alimentan de significado el horizonte.
En este recorrido de dos años en ambos lados de la frontera California- Baja California y viceversa se logró documentar el paso y la efímera permanencia de los transeúntes en la interacción de un silencioso, pero al mismo tiempo vasto paisaje. El muro que divide el panorama y el territorio circunvecino va más allá de su presencia arquitectónica e institucional, esa figura, que converge con la arena de la playa, el cielo y el océano, encarnada a la perspectiva, funge como testigo de nuestro goce y nuestro dolor, testigo de acciones y pensamientos que se proyectan al exterior.
La frontera no sólo queda en la consciencia como una construcción geopolítica espacio-temporal, es una ventana a sus habitantes y a la diversidad, a toda clase de expresiones, colores, variaciones y formas. Este trabajo fotográfico nos permite conjugarnos entre los transeúntes y el espacio, las casas inhabitadas, los seres nómadas y sus posesiones esenciales, los sedentarios inmersos y los solaces, al habitante, al transeúnte como un texto mismo, que con su presencia escribe en el paisaje otro texto, significando la acción, desde una perspectiva reflexiva, contemplativa.
Mario Olarte "Atlas Mnemosyne. Arqueología de mi ser visual
".
Atlas Mnemosyne. Arqueología de mi ser visual / Mario Olarte
Miles de imágenes abundan en mi mente, en estos tiempos de la hipervisualidad.
Hacer una revisión desde la génesis de mi archivo no ha sido tarea fácil. Encuentro esqueletos de mi ser, de mi vínculo social, a partir de lo que me influye desde mis principios ideológicos. Encuentro a mi familia, raíz de lo cotidiano, imágenes que evocan lo que me da seguridad.
La fotografía llegó a mí, como una manera de encontrar cobijo en momentos donde no había respuestas y después de ello supe que no había vuelta atrás. Mis anhelos podrían ser plasmados con mi particular modo de ver la vida. De pronto el esqueleto iba encontrando una integración con aquello que va siendo el momento del claroscuro. La fotografía me liberó de mis miedos, encontré un diálogo con lo que me provoca paz. Es un tiempo incesante de crecimiento, entender la luz, el color, las formas, sus simplificaciones y sus funciones. Lo que me impulsa a tratar de comunicarme mejor por y a través de la imagen.
Cada año, cada mes, en todo momento
todo cambia, lo que estaba en aquél lugar se aleja.
El origen de una semilla,
se reconfiguran espacios y objetos,
atravesados por personas
que las utilizan, las mueven
y crean vínculos que desaparecen.
A través de un cruce de imágenes recontextualizo mis prácticas, en donde a partir de la observación se vinculan y generan distintas definiciones e interpretaciones. Imágenes que en su conjunto reflexionan sobre el tiempo, el espacio, los objetos y lo efímero que puede llegar a ser el entorno que habitamos, que tarde o temprano darán origen a nuevas formas de concebir aquello que estuvo ante nuestro ojos.
Este ejercicio deviene a partir del Atlas Mnemosyne de Aby Warbug, en donde propongo una reflexión de la imagen a partir de mi obra personal y en donde podemos ver material producido en distintas épocas y no necesariamente forman parte de un mismo cuerpo de trabajo. Lo que aquí se presenta es un montaje que da sentido a otros diálogos posibles, y de esta manera se vislumbran nuevas narrativas.
Semblanzas
Rocío Cerón (México, 1972).
Poeta, ensayista y performer cuya obra dialoga con otros lenguajes artísticos en una apuesta de poesía, música, cuerpo e imagen creando piezas transmediales. Ha publicado Spectio (Tresnubes-UANL, 2019); Materia negra (Parentalia, 2018); Borealis (FCE, 2016); Diorama (UANL, 2012; Amargord, España, 2013; traducciones: Phoneme Media, Los Ángeles, 2014; Verlag Hans Schiler, Alemania, 2017) y Tiento (UANL, México, 2010; traducciones: Verlag Hans Schiler, Alemania, 2011; Aura Latina, Suecia, 2012), entre otros. Obra suya ha sido traducida a más de siete idiomas. Por su libro Diorama, en traducción de Anna Rosenwong, recibió el premio Best Translated Book Award 2015 en Estados Unidos. Acciones poéticas y poemas sonoros y visuales suyos se han presentado internacionalmente en los Institutos Cervantes de Berlín, Londres y Estocolmo, Centro Pompidou, París, Francia; Cabaret Voltaire, Tubinga, Alemania; Museo Karen Blixen, Copenhague, Dinamarca, Southbank Centre, Londres, Reino Unido, Museo de Arte Moderno, Ciudad de México, entre otros. Desde 2010 es miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte. Lee/escucha/ve su obra en: http://rocioceron.com
Tatiana Acosta
Nací en Medellín Colombia y allí he vivido hasta el día de hoy. Fui formada en ciencias naturales y aún trabajo en ello. Curiosa ante el mundo y sus múltiples formas, me ha interesado la fotografía como herramienta y método para la investigación creativa, con ella he explorado el paisaje desde la idea de topofilia. Actualmente hago parte de una editorial independiente en mi ciudad donde nos auto publicamos. He participado en algunas exposiciones colectivas y publicado algunos fotozines.
Mónica Cañari
Nacida en el extremo sur de Argentina. Actualmente vivo en Córdoba Capital donde tuve la posibilidad de formarme como técnica superior en fotografía y encuadernadora. Estoy en pleno desarrollo de mi trabajo final de la licenciatura en Arte y Gestión Cultural donde planteo la producción de soportes fotográficos sustentables. También exploro en mis proyectos fotográficos las posibilidades de la autobiografía como recurso creativo y el libro como espacio expositivo autogestivo. Desde 2017 llevo a cabo autorretratos en donde busco analogías con las etapas de vida de las flores y el estado de ánimo/autopercepción.
Elizabeth Casasola (1987)
Estudiante de doctorado en Artes Visuales por la Facultad de Artes y Diseño de la Universidad Nacional Autónoma de México. Master PhotoEspaña en Fotografía. Teorías y Proyectos Artísticos. Maestra en Artes Visuales por la Facultad de Artes y Diseño de la Universidad Nacional Autónoma de México. Su trabajo visual se ha exhibido en México, Argentina, Perú, Alemania, Italia, España, Japón y Australia. También en distintos museos virtuales como el museo Mia Anywhere.
Fernanda Delgado (Mexicali, Baja California, 1981)
Egresada de la Universidad Autónoma de Baja California en Ciencias de la Comunicación. Su trabajo fotográfico y visual consiste en un proceso de documentar los espacios y sus ocupantes, La naturalidad es imprescindible; no obstante, suele apoyarse en medios de retoque digital para perfeccionar y ampliar la dimensión que pueda intercalar el mensaje con la obra, así como la creación de videoimágenes experimentales musicalizados.
Su trayectoria inicia a partir de mediados de los 90s en Ensenada, Baja California, formando parte de diversos colectivos artísticos de la localidad, expresando su mensaje a través de diversas corrientes como las artes plásticas, el happening y la narrativa literaria. En 2008 expuso el lectoperformance La gran uña acrílica en el VI Festival de Literatura del Noroeste en CECUT Tijuana, así como en el II Festival de Literatura en el Centro Estatal de las Artes en Mexicali en el año del 2009. En 2010 realiza una videoinstalación titulada DoDo en el Instituto de Cultura de Baja California en la ciudad y puerto de Ensenada. Su trabajo fotográfico se ha publicado recientemente en medios digitales como Revista El Septentrión en el año del 2020 y parte de su obra se expone actualmente en el Archivo Vivo de Mujeres Artistas Visuales de Baja California en Mexicali.
Mario Olarte (Ciudad de México, 1991)
Su obra aborda diversos fenómenos sociales tales como la pobreza, la marginación, la desigualdad y la resistencia de los pueblos. Estudió la carrera técnica de auxiliar fotógrafo, laboratorista y prensa por la UNAM, también ha cursado talleres, seminarios y laboratorios de experimentación visual en el Centro de las Artes de San Agustín en Oaxaca. En el año 2018 tuvo su primera exposición individual con el título: "Chiapas: la identidad rebelde", en la que documentó a la comunidad tzeltal zapatista de "La Garrucha" en la selva Lacandona. A partir del año 2019 colabora con el periódico "La Jornada" y el suplemento cultural "Ojarasca". Igualmente ha colaborado para el medio "Desinformémonos", "regeneración radio", "cielo Sur, entre otros.
José Alfredo Pérez Bautista (Ciudad de México, 1990)
Estudió la licenciatura en Comunicación Social en la UAM - Xochimilco y el Programa Integral de Fotografía en Centro ADM en donde participó en la exposición colectiva Saudade (2018). Seleccionado para la Clínica de Imagen 2018 que se impartió en el Centro Cultural Casa del Tiempo por Francisco Mata Rosas y seleccionado para la muestra colectiva Yo en 2020, 2020 en mí del Centro de la Imagen.
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