Compartimos con ustedes la grabación de una agradable conversación que sostuvo Gabriela Galindo, editora de El Rizo Robado con Julien Cuisset, director de la galería Le Laboratoire y dos de los artistas, Fernando García Correa y Georgina Bringas, que participan en la más reciente exposición titulada Hic et Nunc. Texto Curatorial "Encontrarse en un estado de conmoción extrema, alumbrado de irrealidad,
teniendo en un rincón de si mismo trozos del mundo real". hic et nunc - aquí y ahora- nos lleva a pensar las cosas desde la (actual) realidad, conduciendo renovadas practicas discursivas no lineales que apelan a nuevos paradigmas, un andamiaje más colaborativo y solidario, un proceso constructivo con una estructura más horizontal. GEORGINA BRINGAS Trayecto de mínimo recorrido de Georgina Bringas es un ejercicio en torno al espacio, el color, la pintura, el dibujo y sus posibles desdoblamientos materiales y conceptuales. El trabajo de esta artista se ha centrado en una aproximación a conceptos como la espacialidad, la distancia, el tiempo, la contemplación, el movimiento y el recorrido, para proponer posibles variantes en su interpretación a partir de otros modelos y valores cuantitativos por medio de cálculos, unidades e instrumentos relacionados con sistemas de medición en diversos soportes y medios. Edgardo Ganado Kim FERNANDO GARCÍA CORREA Durante mi estancia en Francia, mientras realizaba mi diplomado de dibujo en la ENSBA, trabajé intensamente la cerámica en el taller del escultor George Jeanclos, en donde graciosamente se nos ofrecía el barro, el espacio y los hornos para poder trabajar con este dócil material. Fue una experiencia que duró unos cuatro o cinco años y, hasta muy recientemente, mi única aproximación a la escultura. Entre los años 2010 y 2011 trabajé una serie de cajas de madera u objetos pintados, que despertaron de nuevo mi interés por el Objeto. Las piedras que aquí se muestran, forman parte de la segunda serie de trabajos que he venido realizando en Tehuacán, Puebla desde 2019. Fernando Garcia Correa Las pinturas más logradas de García Correa dialogan con estrategias extensamente exploradas en la pintura abstracta (relevante) de los últimos 40 años, e insisten en atrapar nuestra atención porque, en su hábitat adecuado, funcionan -literalmente- ante nuestros ojos. Conservadoras y patentemente anti mesiánicas, su tiempo es el de por lo menos aquí y ahora, y no el de "siempre", que en el caso de la Ruptura fue siempre "ayer". Yishai Jusidman Los cuadros de García Correa ejercen la abstracción de los cuerpos del tejido clásico de la representación para mostrar la trama imaginaria sobre la que se asientan, una radiografía de un cuadro de un cuadro renacentista, en donde la violencia de pensar ofrece el juego violento y descarnado de las fuerzas en movimiento libre. Miguel Ángel Ramos Sánchez ____________________________ Entonces... ¿qué te pareció?
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El Pesa Nervios, Antonin Artaud.
En su libro "Radicante", Nicolas Bourriaud habla de nuevos modos de espacialización del tiempo:
"El mayor hecho estético de nuestro tiempo reside en el cruce de las propiedades respectivas del espacio y el tiempo, que transforma a este último en un territorio tan tangible como la habitación de hotel en que me encuentro, o la calle ruidosa bajo mi ventana. (…) El arte de hoy parece negociar la creación de nuevas formas de espacio al recurrir a una geometría de la traducción: la topología. Remite al dinamismo de las formas, y designa a la realidad como un conglomerado de superficies y territorios, potencialmente desplazables."
Las obras presentadas en esta muestra (re)definen territorios que responden a una situación inédita. Invitan a deambulan en un ambiente incierto, inestable. "La caminata es uno de nuestros últimos espacios íntimos", dice Francis Alÿs. La aparición del trayecto como principio de composición evidencia la construcción de nuevos códigos imaginarios: la errancia, la expedición o la orientación. Las obras se desarrollan en un recorrido de elementos
(des)articulados, en una cartografía formada de espacios imbricados y cruces implícitos que aclaran los flujos de comunicación.
Como habitantes de esta ciudad caótica, en relativa pausa forzada, oscilamos entre la necesaria cohabitación y la aversión y la apatía de sus complejas características. Divagamos en un espacio de representación, impresión producida, evocación provocada. El individuo se inserta de manera resignada y se doblega, hasta cierto punto, a los dictados pandemicos. Italo Calvino, en sus "Ciudades invisibles" nos invita(ba) a reflexionar acerca del dilema que nos plantea enfrentar la vida cotidiana frente a las vicisitudes de la urbe:
"Tal vez estamos acercándonos a un momento de crisis de la vida urbana y Las ciudades invisibles son un sueño que nace del corazón de las ciudades invisibles. (…) Los futuros no realizados son sólo ramas del pasado: ramas secas."
El deseo por transitar la ciudad y recobrar cierta normalidad nos vuelve espectadores de la vida del otro, con lo cual reflexionamos acerca de nuestra propia existencia. Antonio Artaud hablaba de su deseo de saborear su nada, de una suerte de pérdida constante del nivel normal de la realidad.
"Si se pudiera reposar bien en su nada, y que esta nada no sea una suerte de ser, y no sea del todo la muerte. Es tan duro ya no existir, no ser ya, en alguna cosa. (…) Estoy en el punto donde ya no toco a la vida, pero tengo en mi todos los apetitos y la titilación insistente del ser. Solo tengo una preocupación: REHACERME."Georgina Bringas, Trayectos 1, 2012-21.
Georgina Bringas, Trayectos 2, 2012-21.
En este caso su investigación está centrada en el formato bidimensional, a la manera clásica de la pintura tradicional, para explorar por medio del color y el estambre la posibilidad de evidenciar la extensión continua de una distancia que se va emplazando sobre la superficie.Fernando García Correa, Cabeza 1, 2020.
Fernando García Correa, Cabeza de crío, 2020.
FOTOS y TEXTOS: cortesía de le Laboratoire
Sobre Los ARTISTAs
Georgina Bringas (México, 1976) Estudió la Licenciatura en Artes Plásticas en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda. Desde 1996 ha trabajado con video, instalación, dibujo y escultura, entre otros soportes, como recursos para investigar la percepción del espacio, el tiempo y sus representaciones plásticas. Representar el tiempo y espacio por medio de unidades comunes. Forma parte de la selección de artistas latinoamericanos de Abstraction in Action Sayago & Pardon Project. Obtuvo mención honorífica en el Festival Internacional de Arte Electrónico Vidarte (2003), Selección en el Festival de Artes Electrónicas del Banco Internacional de Desarrollo (BID) en Washington DC (2004). Obtuvo la residencia de Producción Artística AIR The Drake en Toronto, Canadá (2006) y fue seleccionada en la VIII Bienal de Monterrey FEMSA (2007). Algunas de sus exposiciones individuales son: Más allá de las superficies, Galería Le Laboratoire, CDMX (2018); Nada está inmóvil; todo se mueve, todo vibra, Museo Universitario del Chopo, CDMX (2013); El lugar donde sucedemos. Midiendo un muro con tiempo, Galería Nueveochenta, Bogotá Colombia (2013); Emplazamiento Lineal, 2,400 metros, Fundación Teatro Odeón, Bogotá Colombia (2012); Trayecto de mínimo recorrido, Centro Cultural Vlady (2012); Veinticuatro horas, Museo Experimental El Eco (2010); Linear Journey Diaz, Contemporary Gallery Toronto (2008); Metros Lineales, Sala de Proyectos Casa Vecina (2007), entre otras. Ha expuesto su trabajo de manera colectiva en Espacio de Arte Contemporáneo (ESPAC), Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), Museo Nacional de la Estampa, Museo de Arte Moderno, Museo Experimental El Eco, Centro Nacional de las Artes, Centro Cultural Border, entre otros espacios de la ciudad de México. Asimismo, en el Museo de Arte Moderno de Bogotá, Space Piano Nobile, Ginebra; Kunstlerhaus Bethanien, Berlín; Isola Art Center, Milán; Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid; Select Media Festival en Chicago, Ill; Galería Harto Espacio, Montevideo; Complejo Cultural El Águila, Madrid, University Art Gallery, University of California San Diego; entre otros lugares. Su obra forma parte de las colecciones: Latin American Art Sayago & Pardon, Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), Museo Laboratorio Arte Alameda, Atom Egoyan Art Collection, Canadá; y Sarah Diamond Collection, Canadá.
Fernando García Correa (México, 1958) Sus primeros estudios los realiza en la Escuela Nacional de Pintura y Escultura La Esmeralda y en la Academia de San Carlos para posteriormente cursar la carrera de dibujo en la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes de París en donde vive de 1980 a 1991.
A la fecha Fernando García Correa ha trabajado durante más de 30 años concentrado sus esfuerzos en hacer avanzar las causas de la pintura abstracta. Durante los últimos veinte años, ha construido lenta pero tenazmente un cuerpo de obra que analiza y explora los terrenos de la pintura post-minimalista. Para poder apreciar la importancia y calidad de su trabajo en el contexto artístico mexicano, es importante entender que la abstracción se ha desenvuelto en nuestro país de forma desigual. Su historia no es paralela a la Europea o a la Norteamericana, de hecho, la pintura abstracta era prácticamente inexistente antes de los años cincuenta, cuando algunos artistas europeos la importaron con el exilio, para después ser adoptada por una joven generación de artistas mexicanos como una forma de crítica y respuesta al muralismo así como un medio para superarlo, en los años setenta. La abstracción de La Ruptura estaba más relacionada con la poética y la estética de la Escuela de París que con la pintura abstracta de Nueva York, por lo que perdió el impulso que ésta genero al establecer las bases del minimalismo y su descendencia como uno de los cambios más importantes en el gusto y pensamiento estético de finales del siglo XX. El minimalismo nunca llegó a México y esto afectó de manera determinante y desafortunada el desarrollo de la pintura abstracta ya que, se puede argüir, la buena pintura abstracta de los últimos treinta años se ha desarrollado como una respuesta al minimalismo. El trabajo de Fernando García Correa ha tratado de llenar el vació entre la pintura abstracta mexicana y la más relevante pintura abstracta internacional. A partir de 1986 ha realizado 30 exposiciones individuales en México y el extranjero y ha participado en exposiciones colectivas en México, Colombia, Estados Unidos, Francia, España, Puerto Rico, Cuba, Suiza y Canadá. Su trabajo, que se encuentra representado en colecciones públicas y privadas de México y el extranjero, ha recibido distinciones como el premio de adquisición de la XII Bienal Rufino Tamayo en 2006, la Beca de la Fundación Pollock – Krasner en 2010 y el Sistema Nacional de Creadores en 2005, 2010 y 2015. Vive y trabaja en la ciudades de Mérida y México.