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LA DISPERSIÓ́N Se ha descubierto que las semillas que caen debajo de su árbol madre tienden a morir en mayor proporción que aquellas que viajan desplazadas con ayuda del viento, los océanos o los animales a otras tierras con mejores condiciones para su germinación. Las semillas de las plantas que crecen en las costas tienen un acceso fácil al mar y pueden ser conducidas por las olas a otras playas del mundo. Como el cocotero (Cocos nucifera), cuyos frutos flotantes son transportados por el agua y tienen la capacidad de sobrevivir largas travesías, sin compañía ni nutrientes. BERJAUHAN Durante muchos años, los bajau laut, un grupo étnico de origen malayo, han vivido en el mar, moviéndose por las aguas que rodean Malasia, Filipinas e Indonesia. Sus cuerpos se han adaptado al agua y han desarrollado una capacidad singular para el buceo libre. Son capaces de sumergirse muy profundo —hasta sesenta metros— durante casi trece minutos. Los niños bajau tienen mejor visión bajo el agua que los niños que viven en tierra, y cuando se sumergen buscando almejas, conchas o pepinos de mar, pueden tener los ojos bien abiertos y ver tan claro como las focas o los delfines. Los bajau viven en barcos llamados lepa-lepa, que están hechos por ellos mismos, y que son a su vez cocinas, recámaras y comedores. En los últimos años, algunos grupos han sido forzados por el gobierno a establecerse de manera permanente en tierra firme, a donde suelen ir solo para enterrar a los muertos o fabricar sus botes. Esta obligación —desembarcar— los pone en confrontación con varios gobiernos, pues los bajau han estado constantemente cruzando las fronteras internacionales con sus barcos. ¿De dónde son, qué tierras podrían habitar ahora? Acaso lo más hermoso de este grupo de marineros nómadas sea su nombre: bajau deriva del malayo berjauhan, que significa "el eterno estado de estar lejos". HIDRÓNIMOS Tengo una lista con nombres de ríos. La empecé cuando mi padre me contó que junto al pueblito donde había nacido pasaba el río Arlos. Yo había escuchado mal, había entendido "Alas" y así lo anoté, el primero en la lista. Luego siguieron otros, que al leerse de corrido suenan como la oración de una religión remota y bella: Don, Ma, Tieté, Purús, Brahmaputra, Obi, Sassandra, Waikato, Urubamba, Bakoi, Darling, Molopo, Segura, Sélune, Kopili, Concepción, Vaal, Mangoro, Yangtsé, Eduardo, Madre de Dios. Los nombres de los ríos son más antiguos que los de las ciudades y los países, que suelen transformarse por cuestiones políticas o sociales. Por lo regular, sucede que las poblaciones que sustituyen a otras en un asentamiento conservan el nombre de los ríos que pasan a su lado, aunque hayan sido bautizados por sus enemigos. Esta continuidad en los nombres es un gran recurso para los paleolingüistas, pues les ayuda a reconstruir lenguas desaparecidas o mapear sus posibles rutas migratorias. Paradójicamente, los ríos fluyen y se agitan, pero las palabras que los designan se mantienen quietas. Las masas de agua se resisten a ser renombradas. Entonces... ¿qué te pareció?
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