Tristemente hemos perdido a otro gran escritor que dejó una enorme huella dentro de las letras mexicanas, se trata de Francisco Rebolledo, nacido en 1950 y recientemente fallecido. Licenciado en Química en 1974, fue director del Centro Morelense de las Artes, dedicó muchos años a la docencia y a la divulgación científica. Con una obra sucinta pero consistente, entre sus cuatro grandes novelas, sin duda, Rasero destaca como una obra de obligada lectura.
Esta novela data en el siglo XVIII, años con significativos acontecimientos. La historia es redactada desde el continente Europeo, en los años en que Fernando VI sube al trono en España en 1746; además, la muerte de dos grandes filósofos, Voltaire y Juan Jacobo Rosseau en 1778, marcó profundamente el pensamiento filosófico de esa época. Otro acontecimiento que demarca el contexto es la propagación de la epidemia de la viruela en el año 1898. "Rasero" ensambla con maestría todo el bagaje filosófico, combinado con las condiciones históricas, científicas y sociales de esa época ilustrada. Dicha novela fue publicada por primera vez en el año de 1993, después de 15 años de intenso trabajo e investigación.
Uno de los principales temas es el científico, entrelazándolo con un cierto erotismo, el arte y las revoluciones que se estaban gestando. Es una manera de observar un panorama de un futuro próximo o lejano del mundo, ante los ojos del protagonista Rasero Fausto, un ser destacable y subjetivamente extraño. Una persona que inspira calma y confianza, un buen amigo, un gran amante y fiel escritor y literario. Rasero logra salirse de su época, y ver más allá, o quizá de manera extraña, una verdad futura.
Recuperamos algunos fragmentos de notas y comentarios sobre esta novela, como un humilde homenaje, pero sobre todo, como una invitación a la lectura de los textos de este extraordinario escritor.
Francisco Rebolledo crea en su novela un 'Fausto' de la Ilustración
Fietta Jarque
Noviembre, 1995
El País
El escritor mexicano Francisco Rebolledo, autor de Rasero o Los sueños de la razón (Ediciones B), ha creado un personaje destinado a inmiscuirse en el mundo real. Su primera aparición, aun antes de escribirse la novela -cuando ésta era sólo un cuento-, llevó ya a Fausto Rasero a las páginas de los periódicos mexicanos.Una persona que había oído hablar del autor de un tratado de moral titulado Por qué os desprecio..., publicó en un diario un encendido artículo contra este peligroso ideólogo anarquista. Otros amigos de Rebolledo -entre ellos, el filósofo Fernando Savater, que hace el prólogo del libro en la edición española- enviaron cartas al periódico para enrevesar aún más el embrollo entre el personaje de ficción y la realidad.
Francisco Rebolledo tardó varios años más en dar forma definitiva a la novela Los sueños de la razón y a este personaje calvo, amigo de Diderot y Voltaire, que se paseó orgulloso por el París del siglo XVIII. "No es una novela histórica", aclara el autor, "sino una novela en la historia. La historia es sólo el escenario para el personaje".
Fausto Rasero no es sólo un andaluz agnóstico y escéptico que se codea con los grandes de la capital francesa tanto.. como con la canalla. Posee dotes premonitorias. que le hacen vislumbrar, en medio de sus orgasmos, breves apuntes del futuro, de un París habitado por seres extraños y fantasmagóricas construcciones. "Mi novela es no sólo una crítica de la época de la Ilustración, sino también de nuestro tiempo", dice.
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Rasero. El sueño de la razón
Fabienne Bradu
(Fragmentos) Marzo, 1997
Vuelta
El personaje de Rasero encarna la epopeya de la Ilustración, pero también la mina desde dentro a causa de unas visiones que le sobrevienen en la culminación de sus orgasmos. Las visiones son fácilmente rastreables y tan abundantes como los orgasmos que favorecía un siglo libertino: forman una exhaustiva lista de las guerras, represiones, genocidios y cataclispor los herederos de las Luces. También las hay de las ciudades futuras y de la tropelía de invenciones que se precipitaron en un limitado lapso de doscientos años. Por lo tanto, Rasero es a un tiempo un pilar de su siglo y un saboteador malgré lui, que acaba renegando de su fe en la razón en un memorable manuscrito titulado Por qué os desprecio, ilustrado por el descreído Goya, y alabado por un futuro y lejano pariente, el Voltaire de la España contemporánea: Fernando Savater, quien no vacila en afirmar: "Alguna vez exclamé que había dos libros inexistentes que daría cualquier cosa —el alma al diablo— por leer: el Necronomicón de Abdul Alhazred y Por qué os desprecio de Fausto Rasero"...
Las visiones que padece Rasero no son una crítica a su siglo en el sentido en que no son el producto de su inteligencia. Rasero no es la encarnación del espíritu crítico que desenmascara las trampas de la fe en la razón y el progreso. "El verdadero saber, el saber crítico, incitador, sugestivo, el saber que reclama una mente avispada como reclama el agua un sediento, estaba vedado en la Facultad; ha- bía que buscarlo en otra parte", dice en un momento un personaje de la novela. Rasero no lo encuentra en "otra parte", sino en "otro tiempo" que le descubre generosamente su creador. Francisco Rebolledo se comporta con su je como lo hiciera Stendhal con Fabrizio Del Dongo: dándole todo lo que él no pudo ser y creando a su alrededor, hasta en los peores trances, un aura mágica, feérica, que constituye el verdadero encanto de La Cartuja de Parma. Por eso, Rasero es más bien un personaje mimado por su demiurgo que, desde un venjatoso conocimiento de la Historia, le otorga las armas de la duda, involuntaria, es cierto, pero a fin de cuentas igualmente minadora de las certezas del presente. Y esta duda, granito de arena anarquizante que amenaza las fundaciones mismas del edificio de la razón, no es más que un artificio literario: el cruce entre la mirada del novelista hacia el pasado y la anticipación al futuro del personaje visionario.
https://docs.google.com/viewerng/viewer?url=https://letraslibres.com/wp-content/uploads/2016/05/Vuelta-Vol21_244_10Libr.pdf
Además de Rasero (1993) publicó otras tres novelas: La ministra (1999), La mar del sur (2002) y
Amar a destiempo (2012). Publicó también una biografía de Malcom Lowry, Desde la barranca. Malcolm Lowry y México (2004); un libro de cuentos, Pastora y otras historias del abuelo (1997); algunos textos de divulgación científica y un libro de poemas, La hija de Abba(2014).
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