En 2020 se estrenaron al mismo tiempo dos series que, aun cuando tocan temas muy distintos, mucho tienen de similar, nos referimos a la serie estadounidense Gambito de Dama y la alemana Unorthodox. Ambas muy exitosas, lanzadas en la plataforma de streaming Netflix y donde el papel protagónico es una mujer.
Unorthodox y Gambito de Dama fueron aclamadas internacionalmente y ambas están basadas en libros. The Queen's Gambit, tiene su origen en la novela del mismo título de Walter Tevis publicada en 1983, mientras que Unorthodox está basada en las memorias de Deborah Feldman publicada en 2012. Ambas series giran en torno a la fuerza de una joven que busca romper con las barreras de un entorno que la ha marcado profundamente.
Unorthodox retrata la vida de Esty Shapiro y las costumbres de la comunidad jasídica ultraortodoxa del barrio de Williamsburg en Brooklyn. El jasidismo es un subgrupo dentro del judaísmo jaredí (o ultraortodoxo) y destaca por su conservadurismo religioso y su reclusión social. Mantienen y defienden sus tradiciones, se comunican en yiddish, tienen sus propias escuelas, sistemas de salud y rara vez se relacionan con personas fuera de su comunidad. Esty es una joven de 19 años infelizmente atrapada en un matrimonio arreglado por las familias, que huye del marido y la comunidad en busca de su propia identidad y libertad. En tanto, Gambito de Dama narra la vida de una niña prodigio del ajedrez, Beth Harmon, hija ilegítima de un hombre que apenas aparece, y de una madre con problemas depresivos que termina provocando un accidente donde pierde la vida. Beth es enviada a un orfanato hostil y poco amigable administrado por el estado. Todo comienza cuando la pequeña Beth con tan solo 9 años se fascina al ver al conserje del orfanato jugar al ajedrez y le pide que le enseñe. Es un retrato de vida, de su crecimiento y cómo poco a poco se convertirá en la número uno en el mundo del ajedrez dominado casi por completo por hombres.
Se trata de dos historias de lucha contra la opresión, de búsqueda del propio camino que conduce a la libertad, incluyendo la reflexión sobre la discriminación y el machismo. Aunque distintas en su manufactura ambas series terminan por ser una reflexión íntima y de gran profundidad. Unorthodox expone las reglas sofocantes de una sociedad ultra conservadora y un patriarcado opresivo donde, además, el matrimonio y la maternidad son los propósitos únicos en la vida de una mujer. La presión de la familia y en especial de su suegra ante la falta de un embarazo, terminarán por ser el detonador de su huida hacia Berlín. La belleza y la dignidad de la búsqueda personal y espiritual se muestran a través de la autenticidad emocional que envuelve cada escena. Esta serie arroja luz no solo sobre la cultura judía ortodoxa, sino sobre todas las culturas con tradiciones tóxicas diseñadas para que las mujeres y los hombres se adhieran sin cuestionar a un determinado patrón. Trata sobre la tradición versus la libertad, sobre el matrimonio, el género, la música y la identidad personal.
La lucha de Beth, en cambio, es casi contra ella misma. Poseedora de una mente brillantísima es también al mismo tiempo adicta a los estimulantes que le administraron desde muy niña. En los años 60 era común recetar benzodiacepina, una droga que servía para cualquier problema, ya fuera ansiedad o preocupación. Años después descubren que era altamente adictiva, se trataba de una mezcla de Valium (diazepam), Ativan (lorazepam) y Librium (clordiazepóxido). Las tensiones surgen a medida que Beth enfrenta sus luchas personales, su adicción y esta agitación se explora más a fondo a medida que continúa creciendo como persona y se esfuerza por florecer como jugadora de ajedrez.
La reflexión en este caso, gira en torno a la presión por la excelencia, la ambición y sus consecuencias, la soledad y el abandono. Veremos como se va gestando un túnel que vislumbra el ascenso de Beth a la fama, su inevitable caída en la adicción al alcohol y su lucha por vencer a sus monstruos internos y los monstruos reales (representados por los invencibles ajedrecistas rusos). Es a través del viaje de Beth y sus historias de victoria como acumulación de reconocimiento y poder y derrota, para describir su dolor representado en el juego y sus rivales, así como sobre las consecuencias del talento extremo. Sin embargo, el viaje de Beth para conectar su soledad con su talento. La narrativa logra establecer un paralelismo con la búsqueda individual rebelde de Beth por sí misma y la feminidad naciente al colocar su soledad en el centro como piedra de toque en su maduración y desarrollo de su genialidad.
En lo que realmente destacan tanto Unorthodox como Gambito de Dama es en la representación del personaje principal y de los arcos de los personajes posteriores. La vida inicial de Esty se caracteriza por la restricción y la religiosidad sofocante, que contrasta enormemente con la persona en la que se convierte más tarde. A pesar de todos los impedimentos, Esty demuestra una fuerza increíble y desarrolla una creencia inquebrantable en su capacidad para dirigir su propio camino. Esta fe transforma su naturaleza y su visión del mundo, apelando a poco más que su resiliencia original, en su antigua creencia de que resistir a una vida encadenada era peor que una vida sin rumbo. La distancia que hay que recorrer desde la mujer que es Esty cuando comienza la serie hasta la mujer en la que se convierte al final de la historia es enorme. Así como la trayectoria de Beth que desde niña descubre la pasión por el ajedrez y se refugiará en él como remedio para sobrellevar su soledad. Con el tiempo, Beth se vuelve más observadora y feroz cada vez que enfrenta una adversidad. Pero su transformación es consciente e intencional, a diferencia de Esty que se forja más por las trampas de su circunstancia y se descubre en una situación donde no encuentra otra opción.
Ambos personajes encuentran también personas que les servirán de sostén. Esty se une a un grupo de jóvenes músicos que inmediatamente 'la adoptan', quizá más por curiosidad que por encanto; así como Beth se refugiará en la señora Wheatley que decide adoptarla pese a ser ya una chica mayor y más tarde a un grupo de ajedrecistas nerds que la admiran y envidian al mismo tiempo. Ambas narrativas están dominadas por estas chicas, que no destacan por ser amables o simpáticas. Por el contrario, no parecen ser solidarias, no son confiables y son poco sociables. Sin embargo, son personajes tan extraordinarios que terminan por despertar una inevitable atracción.
Ambas historias son la representación de un viaje por sobrevivir a la propia historia y las condiciones de una vida difícil. La comprensión de lo notable y fascinante que pueden ser Esty y Beth para nosotros reside en la fuerza para sobrellevar los obstáculos externos, así como propios los errores; las vemos tropezar, desmoronarse, fallar y luego las vemos levantarse con dignidad.
Tanto Unorthodox como The Queen's Gambit reflejan y cuestionan las normas y estructuras sociales, las tradiciones, los vínculos familiares y la búsqueda de los caminos no convencionales que elegirán estas dos muchachas. Esty se enfrenta al encarcelamiento social y cultural de las mujeres dentro de una cultura ultraortodoxa, similar al ambiente ultramasculino al que tiene que enfrentarse la joven Beth.
Hay mucho sobre la rebelión y el intento de liberarse de las cadenas de los propios orígenes que se encuentran arraigados en lo profundo a nivel individual en Poco Ortodoxa y en un nivel sociológico capitalista e igualmente opresor en Gambito de Dama. Así como la cuestión de la identidad y las demandas de la sociedad estadounidense, una cristiana blanca, frente a la judía ortodoxa. Ver las dos series en estrecha yuxtaposición es aprender, sin sorpresa alguna, que la identidad cultural está irremediablemente arraigada.
Ambas series se centran en el empoderamiento y desempoderamiento, así como en la reformulación de los supuestos sociales que sobre ellos giran. La historia de estas dos mujeres es una refutación de los estereotipos que rodean a las dos comunidades, por un lado, el mundo de la judería ortodoxa y por otro, el mundo del ajedrez profesional. Las experiencias femeninas en estos mundos y las tensiones de la identidad cultural e individual, desafían las concepciones populares de género, religión y nacionalidad como si fueran representativas del todo, y reconocen el valor en los encuentros con aquellos que parecen diferentes. Quedamos cautivados por la resiliencia y resistencia de las protagonistas. Ambas series brindan discusiones ricas y provocadoras de ideas, personajes, escenario, narrativa y significado. Son dos mujeres jóvenes que luchan por ser su mejor versión, sin importar lo que eso signifique y lo que les cueste a ellas y a sus normas culturales. No importa de dónde seamos o qué expectativas podamos o debamos tener de nuestras propias vidas, sin duda nos vemos reflejados en las pruebas y obstáculos que estas mujeres deben enfrentar. Pero hay que reconocer que, ciertamente, las dos parecen tener un "final feliz" (qué esperaban... es Netflix), sin embargo, ambas historias son apenas el comienzo de la vida adulta de estas heroínas.
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