Se ha dicho que es una de las herederas de Ana Mendieta y de toda una generación de artistas feministas de principios de los 70, la mayoría de sus instalaciones son colecciones de pertenencias usadas, llenas de recuerdos, que sirven como expresiones de actos humanos. Así, redes complejas de hilos se entrelazan alrededor y entre estos.
Shiota estudió pintura en la Universidad Kyoto Seika, en Japón. Especialmente interesante para comprender su trayectoria es su estancia en la Canberra School of Art, en 1994, momento en que empieza a substituir la técnica pictórica tradicional por sus instalaciones con hilos, los cuales suponen una suerte de dibujo en el aire, como la misma artista se ha referido en algunas ocasiones. Se mudó a Alemania en 1996 y continuó sus estudios en Braunschweig y más tarde en Berlín, donde vive y trabaja hoy día.
La creadora japonesa ha participado en las bienales de Moscú, Honolulu, Lyon y Venecia, para la cual realizó el Pabellón de Japón en su 56ª edición, convirtiéndose en una de sus obras más destacadas: The key in the hand constaba de 55.000 llaves usadas suspendidas por hilos rojos, simbolizando los aspectos perdidos de las personas. Para la 20ª Bienal de Sydney, en 2016, Shiota creó Conscious Sleep, una instalación de camas verticales enredadas en hilo negro que recordaba a los prisioneros que habían dormido en la cárcel colonial en un edificio de piedra arenisca en Cockatoo Island.
Esta intalación está compuesta por más de 5.000 hilos rojos que sostienen una malla de tubos por encima de los espectasdores, lo que hace que parezca como si sangre roja fluyera a través de ellos. Algunos de estos tubos se desprenden de una malla y se conectan a matraces que comúnmente se usan en los laboratorios. La "sangre" se extrae de los tubos por los que fluye, solo para reintroducirse en la corriente. En su totalidad, la configuración se siente como si constituyera partes de un gran organismo que cuelga sobre los espectadores que visitan el salón de actos. El sistema cardiovascular de Shiota, sin carne, pretende representar la interconexión de todas las cosas; la del cuerpo interior y el cuerpo exterior, y la de nosotros y nuestro entorno físico y social.
El mundo artístico de Chiharu Shiota, así como su mundo interior, es uno lleno de dualidades: la muerte y la vida, el sueño y la realidad, el cielo y la tierra, dentro y fuera… Y todo ello está plasmado en su obra de una forma muy particular. Este constante movimiento de naturalezas opuestas es la forma a través de la cual la artista encuentra el camino más cercano hacia la verdad. Este constante diálogo entre lados opuestos es también lo que mantiene todo en equilibrio. La propia artista está en constante diálogo con ella misma. El contraste entre la cultura oriental, ya que nació y creció en Japón, y la cultura occidental, residiendo en Alemania durante más de veinte años, hace que ella misma encuentre su verdad personal gracias a estas realidades contradictorias…
Podría parecer que la elección del color del hilo es algo únicamente estético, o según el gusto personal de la artista, pero hay una clara intención tras ello. Shiota escoge el hilo negro cuando quiere representar el universo, su oscuridad e infinitud. Si el hilo negro representa el universo, el hilo rojo representa el microuniverso, aquello que es invisible a los ojos. Otra vez juega con los conceptos opuestos. El hilo rojo, para la artista, representa una línea invisible que acaba conectado todo, como los vasos sanguíneos, las relaciones de sangre y los lazos territoriales.
Estos hilos siempre están acompañados de diferentes objetos que acaban formando una imagen, una historia que la artista nos cuenta y con la que nos podemos identificar más de lo que parece a simple vista. The Key in the Hand es una de sus instalaciones más reproducidas. Esta consiste en dos barcas de madera y miles de llaves colgando de hilos, en este caso, rojos. Para la artista, una llave representa, entre otras cosas, una oportunidad nueva en la vida. Las barcas representan las manos que sujetan las llaves, y estas llaves son oportunidades, nuevos comienzos y recuerdos de aquellas personas a las que antes pertenecían. El hilo rojo, esa línea que acaba conectando el microuniverso, conecta las llaves con estos recuerdos.
Andrea Cobo Pérez
Fuentes:
https://plantaproject.com
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